


IXTAPALUCA, Méx., 16 de julio de 2025.- Las intensas lluvias que han azotado en los últimos días a municipios del oriente del Estado de México han dejado un escenario de caos, preocupación y molestia en miles de habitantes, quienes enfrentan inundaciones, daños materiales y riesgos sanitarios.
Municipios como Ixtapaluca, Chimalhuacán, Chicoloapan, Los Reyes La Paz y Nezahualcóyotl han registrado severos estragos provocados por las lluvias, que han desbordado calles, avenidas, colonias enteras y zonas bajas, afectando tanto a zonas populares como a barrios con mayor densidad habitacional.
En colonias como El Salado, La Esperanza, Los Olivos, San Lorenzo y Benito Juárez, los vecinos alertan sobre el aumento del nivel del canal de aguas negras “La Compañía”, cuyo cauce amenaza con desbordarse. “Cada año pasa lo mismo, pero este ha sido peor. El agua ya llegó al portón de mi casa”, relató una vecina de Chimalhuacán.
Las avenidas Tepozanes, Pantitlán, Vicente Villada y la propia avenida Nezahualcóyotl, están prácticamente intransitables. El agua estancada supera los 40 centímetros en algunos puntos, y la insuficiencia del drenaje pluvial solo agrava la situación.
Además de las calles, muchas viviendas resultaron afectadas: patios, cocinas, salas y hasta recámaras inundadas; muebles y electrodomésticos arruinados por el agua. Las cisternas quedaron contaminadas al mezclarse el agua de lluvia con la del drenaje, generando focos de infección que podrían derivar en enfermedades gastrointestinales y respiratorias.
En zonas cerriles de Los Reyes La Paz y Chimalhuacán, las lluvias provocaron deslaves y fuertes corrientes de agua que arrastraron piedras, lodo, basura y todo tipo de desechos. Incluso, en algunas calles la fuerza del agua reventó banquetas y rompió el pavimento, evidenciando la mala calidad de muchas obras públicas recién inauguradas.
Aunque las autoridades municipales y estatales implementaron operativos emergentes de desazolve, atención ciudadana y monitoreo de puntos de riesgo, los habitantes aseguran que la respuesta fue insuficiente y tardía ante la magnitud del desastre.
“Nos dicen que ya están trabajando, pero mientras, aquí el agua nos llega a las rodillas y nadie ha venido a ayudarnos”, denunció un habitante de la colonia La Esperanza.
La zona oriente del Estado de México sigue siendo una de las más vulnerables durante la temporada de lluvias, y año con año, los ciudadanos viven con el temor de que un aguacero se convierta en tragedia. Vecinos exigen una intervención real en la infraestructura hidráulica, así como obras que realmente resuelvan la problemática y no solo promesas de temporada.