Por Julio Requena
Nunca como antes la situación ha obligado a los cambios de fondo. La pandemia hizo su labor de gran calado y ha motivado cambios que estuvieron pendientes durante varios años. El primero de ellos, la necesaria y justa reingeniería del Estado con el diseño de las secretarías estatales para un mejor servicio y no para un propósito de inclusión de burócratas, sino una funcionalidad obligada para dar resultados en el corto tiempo, dado que al sexenio delmacista solo le quedan tres años.
La lucha contra reloj para tratar de salvar lo poco que pueda rescatarse de cara a los comicios de 2021 y 2023, urgía a poder estructurar algo que le diera movimiento a la parte gubernamental, fuera de los salarios rosas y los eventos de globos rosados; la atención de los principales problemas sería ideal si se quiere empezar a dar otra cara a la ciudadanía que no ha visto en estos años los planteamientos prometidos.
El “fuerte y con todo” pareciera solo haberse resentido en los bolsillos de los mexiquenses y más con el asunto de la pandemia, sin embargo, el eficientar los costos de la administración, realizar los ahorros y enfocar las acciones hacia mejores resultados podría resultar para que la derrota electoral no sea tan estrepitosa.
A la mitad del sexenio, todavía podría ser tiempo justo para que las modificaciones impacten por lo menos en las zonas que eran considerados como bastiones del PRI-Gobierno, es decir, el área rural, por lo que cobra importancia la Secretaría del Campo en manos de Mercedes Colín; la creación de la Secretaría de la Mujer, como sector prioritario y finalmente la fusión de algunas dependencias que venían trabajando separadamente, quizá duplicando esfuerzos.
El gobierno delmacista seguramente tiene puesta la mira en los municipios del Valle de Toluca, Norte y Sur de la entidad, por el acceso a los apoyos rurales y porque la fuerza guinda no está consolidada en estructura como sucede en los municipios conurbados a la Ciudad de México. Le interesa refrendar el distrito de Valle de Bravo-Villa Victoria, los distritos de San José del Rincón, El Oro, San Felipe del Progreso, Atlacomulco, Acambay, Aculco y el sur, como punta de lanza Tejupilco y Luvianos.
Para muchos analistas de la política electoral, faltó incluir en el gabinete estatal o en la dirigencia mexiquense al alcalde Mario Santana Carbajal, de Villa Victoria, personaje que lleva 25 años garantizando el triunfo elección tras elección, siendo candidato o apoyando al que haya sido postulado, con resultados probados.
PARA EL ANECDOTARIO… Hasta hace unas dos semanas, Mario Santana parecía asumir el mayor reto en toda su carrera política dado que por primera vez en 25 años no tendría posibilidad de volver a refrendar la victoria, con los aspirantes que se mencionaban hasta ese momento, pues no eran garantía, pero ahora con la salida de Mercedes Colín de la Legislatura mexiquense y el arribo de Sara Domínguez –su suplente- se abre la posibilidad de garantizar otra vez la posición.
Habrá que ver, como empieza el trabajo legislativo y partidista de Sara Domínguez en mancuerna con el edil de Villa Victoria, para poder medir adecuadamente las posibilidades de éxito político en el 2021.
PARA LA AGENDA… El gobierno estatal no es el único que ha pensado en la reingeniería del gabinete, sino que también MORENA está decidida a modificar la vida del Estado de México, por lo que le está poniendo ganas a la reforma del Estado, empezando por la reducción de síndicos y regidores, también la reducción de recursos públicos a partidos políticos y finalmente, un cambio de fondo a la carta magna que derive en cambios sustantivos. Ojala puedan pasar y se vean los efectos en el corto, mediano y largo plazo…