EL ESTADO DE MÉXICO, A FAVOR DE LA LECTURA

DGPSC_URP_112 (3)Uno de los principales motores de la cultura en el Estado de México es la lectura, puente de conocimiento que permite llegar a las diferentes formas del saber, es por ello que la Secretaría de Cultura se ha preocupado y ocupado por ofrecer y satisfacer las necesidades de los lectores a través de sus diversos espacios y programas.  

Ante esta importante labor cultural, cabe destacar que la entidad mexiquense cuenta con la red más grande de bibliotecas públicas, en total posee 671 bibliotecas distribuidas en sus 125 municipios, cada una está integrada con un acervo generalizado que permite atender las diversas necesidades de investigación y formación de los mexiquenses.

De esta forma la población de todas las edades tiene acceso a un sin número de libros, ya sea impresos o digitales, además de otros servicios complementarios como la orientación e información que le permiten adquirir, acrecentar y conservar el hábito por la lectura.

Dentro de dicha red existen seis bibliotecas que están a cargo de la Secretaría de Cultura, las cuales son: la Biblioteca Pública Central Estatal (BPCE), ubicada en el Centro Cultural Mexiquense; la Biblioteca Pública Central de Toluca Leona Vicario, localizada en el centro de la ciudad; la Biblioteca Pública “Centenario de la Revolución”, situada en el interior del Parque Ambiental Bicentenario en Metepec; la Biblioteca Joaquín Arcadio Pagaza que está en el Centro de Valle de Bravo; la Biblioteca del Centro Cultural Sor Juana Inés de la Cruz en Nepantla y la Biblioteca Pública del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario en Texcoco.

Cada recinto, además de garantizar el acceso a la lectura y los medios de información, se distingue por proporcionar gratuitamente diversos servicios y recurso bibliotecarios que hacen más amena la estancia del usuario.

Un ejemplo de ello es la BPCE, en dónde existe un fondo reservado con libros muy antiguos, incluso algunos incunables; mientras que la Leona Vicario tiene bajo resguardo parte de la biblioteca personal de la escritora y pionera en el género de novela policiaca en México María Elvira Bermúdez, así como algunas de sus publicaciones.

Otra de las características que fortalecen el sistema bibliotecario es el acervo y material didáctico para personas invidentes y débiles visuales como impresoras en braille, scanner parlante que traduce de manera sonora los textos procesados, rampas de acceso para personas con discapacidad motriz, así como los servicios digitales que acercan a la población a las nuevas tecnologías de la información.

Por si fuera poco, estos recintos tienen actividades alternas como muestras bibliográficas, recitales de música, talleres de creación literaria y fomento a la lectura, presentaciones de libros, cineclubs, hora del cuento o cuentacuentos, cursos de cómputo, conferencias y exposiciones.

Al respecto la Coordinadora de Bibliotecas Públicas y Archivos Históricos de la Secretaría de Cultura, comentó en entrevista que ha sido muy importante la labor y el esfuerzo en conjunto de las instancias gubernamentales que intervienen en la instalación y el funcionamiento de estos espacios, ya que para instalar y operar una biblioteca se requieren diversos recursos.

El gobierno federal proporciona el acervo debidamente catalogado y clasificado, además de capacitar a los bibliotecarios; el gobierno estatal se encarga de supervisar los lugares y es el enlace entre las tres dependencias; mientras que el gobierno municipal es el responsable de prestar el inmueble, salvaguardar el acervo e inmobiliario y apoyar con el personal bibliotecario.

Aunado a esto, se encuentra el Programa Nacional Salas de Lectura (PNSL) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), uno de los proyectos más innovadores, que, además de promover la lectura, fomenta espacios de lectura, la profesionalización de mediadores y distribución de libros.

Gracias al PNSL, actualmente el Estado de México cuenta Centros de Lectura, espacios diseñados y acondicionados para vivir plenamente la experiencia de leer; Salas de Lectura, lugares que invitan a comenzar y compartir la lectura un libro y los Paralibros; mobiliarios urbanos que se asemejan a la infraestructura de las paradas de autobuses, pero en vez de tener publicidad las personas pueden acceder a más de 365 títulos y solicitarlos en préstamo a domicilio.

Los Paralibros están ubicados en los 18 Centros Regionales de Cultura que tiene a su cargo la Secretaría de Cultura, están regulados por mediadores previamente capacitados que permiten agilizar el proceso de comunicación entre los lectores, la palabra escrita de los libros y la palabra oral.

“Los mediadores y el PSL es un programa altruista, ya que las personas que van con sus cajitas de libros y fomentan la lectura trabajan de manera gratuita, por el simple gusto de palpar la lectura y hacerla tangible con las personas que se acercan a ellos”, indicó la Coordinadora.

Para los interesados en profesionalizarse como mediadores de lectura sólo basta con acercarse a la Coordinación de Bibliotecas de la Dirección General Patrimonio Cultural y Servicios Culturales e inscribirse en el PSL, una vez capturados sus datos se les impartirá una serie de diplomados y se les otorgará su acervo sin ningún costo.

Ante este contexto, hay que recordar que la única finalidad de estos proyectos es crear en los mexiquenses una cultura lectora y acercar la magia de los libros a zonas geográficas en las que el acceso a las obras literarias y editoriales es nulo o muy escaso.