La inequitativa distribución de la riqueza, origen de todos  los males sociales

Nicolás Romero, México.- Contrario a lo que proclama el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, la corrupción es consecuencia y no origen de la pobreza que embarga a más de 55 millones de mexicanos; la realidad ocultada por el sistema capitalista y sus pregoneros se basa en la explotación del hombre por el hombre al distribuir de forma inequitativa la riqueza social que producen con su fuerza de trabajo los proletariados, señaló el dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz, al indicar que ésta es la causa de la pobreza, la marginación, la desigualdad y la inseguridad que azota al país.

Explicó que los fenómenos de la pobreza, desigualdad, marginación e inseguridad se dan en este sistema capitalista porque los dueños de los medios de producción, los patrones, se apropian de la plusvalía que generan los obreros al solo pagarles una mínima parte de la riqueza que conciben con su fuerza de trabajo durante el horario de labores, esto es que el sueldo que reciben los trabajadores, aún cuando ellas generan mucha riqueza, es el mínimo solo para que recuperen su vitalidad y al día siguiente sigan creando riqueza.

Para el capitalismo -dijo- el hombre que sólo posee su fuerza de trabajo solamente es una mercancía y como tal la trata, por eso el estado por medio del gobierno no instrumenta medidas que defiendan y protejan a la clase trabajadora. Por ello vemos que la pobreza y todos los males que afectan a la población se incrementan día con día, pero lo peor es que todos estos males son ignorados por la clase en el poder, quien crea leyes y construye obras de relumbrón para beneficiarse como clase.

Recientemente -mencionó- la nota principal de los medios de comunicación fue “Crece el miedo entre mexicanos: 2 de cada 3 ven el país más inseguro desde 2020” y como complemento: “El nivel de percepción de inseguridad de las y los mexicanos alcanzó su nivel más alto en el último año y medio, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI. Y además que el estudio también reveló que siete de cada 10 mujeres (el 72.9 por ciento) se sienten inseguras en México, mientras que 6 de cada 10 hombres (60.9 por ciento) se sienten inseguros.

¿Y qué hace el gobierno de México? Nada, absolutamente nada, con su política de “abrazos, no balazos”, la inseguridad se ha incrementado ¿y quién es el afectado?, nada más el pueblo que aparte de vivir en la pobreza tienen que soportar la inseguridad y todos los males que acarrea la injusta distribución de la riqueza social, apuntó.

En Antorcha -aseguró- para contrarrestar la pobreza, la desigualdad, la marginación y la inseguridad creemos firmemente que para combatir estos males que afectan a la sociedad, es determinante que se implementen cuatro propuestas económicas, las cuales coadyuvarían en una repartición más equitativa y justa de la riqueza.

La primera es la creación de empleos para todo aquel que esté en edad de trabajar; la segunda es que estos empleos estén bien remunerados, esto es que el sueldo mínimo corresponda cuando menos a los 750 pesos diarios que vale la canasta básica; la tercera que se implemente una política fiscal progresiva que cobre impuestos al ingreso y por último que el gasto social se utilice en la construcción de obras y servicios que mejoren la calidad de vida de las comunidades populares, con ello se aseguraría la educación, salud y recreación de todos los mexicanos. Y entonces al contar con trabajo bien remunerado, salud, educación y recreación ¿Quién delinquiría, quién robaría? Nadie, pues todos vivirían mejor, afirmó el líder social.