La inseguridad producto del capitalismo

Nicolás Romero, México.- Durante el último año y medio entre los mexicanos ha aumentado la percepción de inseguridad, la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) registró que en junio 2 de cada 3 personas (85 millones) se sienten temerosos en sus ciudad, expresión del sistema capitalista que se puede revertir a mediano plazo si el gobierno impulsado por el pueblo trabajador instaura las cuatro propuestas económicas del Movimiento Antorchista, indicó el dirigente social en el noroeste mexiquense Héctor Javier Álvarez Ortiz.

Aseguró que al implementar la generación de empleo para todos, un incremento significativo de los salarios, la recaudación justa de los impuestos y la aplicación de recursos del erario para obras de beneficio comunitario, la delincuencia no captaría con tanta facilidad a los jóvenes como lo hace hoy en día. En ese sentido señaló que en México se debe de instituir un gobierno que defienda los intereses de los pobres al efectuar estos cuatro ejes con el fin de que se termine la pobreza, la desigualdad, la marginación y la delincuencia, productos de la inequitativa distribución de la riqueza social que promueve el capitalismo.

En este contexto preguntó ¿Quién robaría si tiene asegurado un trabajo bien remunerado? ¿Quién delinquiría si cuenta con casa vestido y sustento? ¿Quién hurtaría si tiene asegurada la educación, la salud y la recreación? ¿Quién saquearía si su nivel de vida es prospero? La respuesta -afirmó- es nadie; todo mundo al trabajar según su capacidad tendría asegurado los recursos para comer, vestir, estudiar, curarse, hacer deporte y asistir a eventos culturales. Se terminaría la pobreza y todos los flagelos que amagan al pueblo trabajador.

Por ello se debe de entender que el Movimiento Antorchista no lucha contra el Gobierno o algún personaje en especial, la lucha de Antorcha es contra el sistema capitalista que al conceder que unos pocos se apropien de la riqueza que generan millones de trabajadores, da origen a la pobreza, desigualdad, marginación y delincuencia; calamidades que se pueden revertir si todo el pueblo se une, se organiza, se politiza y lucha por un  nuevo sistema económico que defienda verdaderamente sus intereses de clase.