- La refrigeración sigue siendo el método por excelencia para evitar la degradación alimentaria.
- Para quienes trabajan o estudian, se recomienda preparar los alimentos un día antes y mantenerlos frescos en el centro escolar o laboral.
Ante las altas temperaturas, los alimentos son propensos a descomponerse y debe procurarse su conservación, por lo que en todo momento deben permanecer en refrigeración, recomendó el nutricionista-dietista Francisco Javier Nieva Pérez, adscrito la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 77, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado México Oriente.
El especialista explicó que aunque la refrigeración es el mejor método de conservación, es importante utilizar nuestras características organolépticas y sensoriales, por lo que aconsejó olerlo, porque cuando algo no huele bien, probablemente no se encuentre en las mejores condiciones.
“Todos los alimentos tienden a cierta descomposición por la presencia de bacterias y la degradación natural, por lo que van a tener aromas amoniacales a levaduras, a ácidos, entonces, hay que estar atentos a esos olores y si están presentes, no consumir esos alimentos”, comentó.
Indicó que en tiempo de calor es mejor evitar alimentos que se fermenten en exceso como el pan y el trigo, que por lo regular se descomponen ya en el estómago, lo que puede generar malestares.
Nieva Pérez también emitió recomendaciones para las personas que estudian o trabajan y que no tienen un lugar en donde resguardar sus alimentos. En este sentido, manifestó que lo ideal es refrigerarlos previamente antes de salir de casa, de preferencia dejar preparada la comida un día antes y en el centro laboral o escolar mantenerla en una zona con temperatura fresca o lo más baja posible.
Otra sugerencia, dijo, “es que se busquen alimentos que sean enteros como la manzana, semillas como cacahuates o nueces y alimentos con una cocción ya realizada como una quesadilla y solo recalentarla”.
Por último, llamó a recordar que siempre se deben de lavar los alimentos que consumimos, así como sanitizarlos con ayuda de desinfectantes como la plata coloidal para frutas y verduras y el cloro que son de los más usuales.