Monserrat López Sánchez produce biofertilizante para agricultores mexiquenses con resultados favorables

  • Monserrat López Sánchez, egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México es cofundadora de “Zhezhifert”, programa que procesa desechos de conejos para convertirlos en biofertilizantes
  • El biofertilizante se está probando con resultados favorables en comunidades agrícolas mazahuas de los municipios de San Felipe del Progreso y Jiquipilco, cuya sustancia se realiza mediante procesos amigables con el medio ambiente.

Toluca, Méx.- Mediante procesos amigables con el medio ambiente, Monserrat López Sánchez, egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), desarrolla un programa que procesa desechos de conejos para convertirlos en biofertilizantes ricos en nutrientes y económicos, cuya aplicación por agricultores mexiquenses ha probado su efectividad al reportarse la disminución de la infertilidad en las tierras.

            La universitaria auriverde y cofundadora del programa de biofertilizantes “Zhezhifert”, detalló que son aprovechadas las heces de estos animales, pues contienen nutrientes necesarios que al ser sometidas a tratamientos especiales se producen biofertilizantes que podrían favorecer una mayor resistencia a plagas, enfermedades, sequías e incluso promover una mayor producción.

            El biofertilizante se está probando con resultados favorables en comunidades agrícolas mazahuas de los municipios de San Felipe del Progreso y Jiquipilco, enfatizó Monserrat López, quien explicó que para la producción de esta sustancia se realiza un proceso biodigestor, a través del cual se produce un fertilizante natural y un biogás que contribuyen a la recuperación de los suelos tras los daños provocados por el uso de productos químicos.

 Abundó que el proceso del biodigestor consiste en mezclar la excreta de conejo con agua, la cual se coloca en geomembranas cuya estructura de lámina sintética retiene los líquidos. Tras un mes de fermentación y al descomponerse los organismos, se produce el biogás que puede emplearse para labores del hogar y la agricultura.

            Asimismo, se lleva a cabo el proceso de hidrólisis enzimática que permite aprovechar las vísceras de conejo para obtener aminoácidos esenciales que serán de utilidad para el crecimiento y nutrición de las plantas.

            Monserrat López Sánchez concluyó que se aplica un manejo responsable de las excretas de conejo que impiden la liberación de gases de efecto invernadero y focos de infección que son causante de enfermedades zoonóticas. Pero también se apoya la economía familiar, pues entre los beneficios del biofertilizante destaca su costo asequible.

Cabe mencionar que la universitaria auriverde fue galardonada con el primer lugar del nivel superior en la categoría de Proyectos Verdes durante la XIX edición del Concurso del Universitario Emprendedor de la Máxima Casa de Estudios mexiquense.