- El rector encabezó la entrega simbólica de 58 mil 507 implementos a trabajadores universitarios afiliados a la Federación de Asociaciones Autónomas de Personal Académico de la institución (FAAPAUAEM).
Toluca, Méx.- La salvaguarda de la vida y salud de los universitarios, así como el público que accede a sus instalaciones, es una de las mayores responsabilidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, sostuvo el rector Alfredo Barrera Baca, al encabezar la entrega simbólica de 58 mil 507 implementos a trabajadores universitarios afiliados a la Federación de Asociaciones Autónomas de Personal Académico de la institución (FAAPAUAEM).
En la sede de la agrupación sindical, Alfredo Barrera aseveró que pese a la contingencia sanitaria, con una inversión superior a los cinco millones de pesos, este año se incrementó 14 por ciento el número de artículos entregados a los integrantes de las 48 asociaciones federadas de la UAEM.
Ante la secretaria general de la FAAPAUAEM, Gilda González Villaseñor, afirmó que la Administración 2017-2021 de la Autónoma mexiquense nunca ha menoscabado el interés de los trabajadores universitarios, que requieren ropa y equipo especial para laborar sin riesgos, por lo que se persiste en las acciones para preservar las medidas de seguridad.
Antes de entregar a cinco docentes y representantes de la Federación caretas, cubrebocas, guantes especiales y overoles, entre otros artículos, Alfredo Barrera Baca exhortó a los asistentes a este evento a tener presentes los lineamientos para el regreso seguro y el trabajo adaptado, normas que regirán el progresivo y presencial retorno a las actividades académicas y administrativas.
En su oportunidad, Gilda González Villaseñor reconoció el respaldo institucional para que los académicos desarrollen su trabajo en condiciones óptimas de seguridad y salud, ya que el equipamiento de trabajo se orienta a minimizar riesgos y evitar, en la medida de lo posible, los accidentes laborales.
La líder sindical indicó que con los artículos entregados será posible que los académicos lleven a cabo de forma segura las sesiones remediales o de práctica, que de manera imprescindible se requieren para una formación académica de excelencia.