El reconocimiento de los derechos de las mujeres requiere acciones diarias, desde todos los frentes

  • Necesario cambiar paradigmas en la vida académica, laboral y política, coincidieron especialistas en el panel de análisis Tensiones en la lucha por la igualdad de género y retos en la protección de los derechos de las mujeres, convocado por la Codhem en el Día Internacional de la Mujer.
  • Las panelistas abordaron los retos y las necesidades que las mujeres enfrentan para el reconocimiento y ejercicio de sus derechos humanos.

Toluca, Estado de México– La solidaridad, empatía y sororidad en las redes de mujeres, en la familia, la sociedad civil y el servicio público, son las claves para lograr el necesario cambio de paradigmas que permitirá erradicar la violencia de género y alcanzar la igualdad; en ello coincidieron las especialistas participantes en el panel de análisis Tensiones en la lucha por la igualdad de género y retos en la protección de los derechos de las mujeres.

Convocado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en este panel se estableció la urgencia de llevar a cabo acciones diarias, desde todos los frentes, como son la vida académica, profesional, laboral y política.

Al respecto, el ombudsperson Jorge Olvera García señaló que en congruencia con las acciones de apoyo a las causas de las mujeres, la Codhem impulsa el análisis y generación de propuestas en un tema crucial para la cultura de derechos humanos en la que la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas es una prioridad.

En su ponencia, Obstáculos y desafíos de las mujeres desde la academia, la doctora en Ciencias Emma del Carmen Aguilar Pinto lamentó que, en pleno siglo XXI, las mujeres aún enfrenten desigualdades por el predominio de estereotipos de género que vinculan a la ciencia solo con la masculinidad.

“Hay prejuicios que mantienen a las niñas y las mujeres alejadas de la actividad científica; por ejemplo, el campo de los estudios de género goza de escaso reconocimiento como subdisciplina científica; además, en el propio Sistema Nacional de Investigadores hay brechas de género: 79.8% de los miembros son hombres y solo 19.9 %, mujeres”, explicó.

Por su parte, la activista por la defensa de las mujeres, Yenifar Gómez Madrid habló acerca de las Tensiones y el autocuidado de las defensoras y aseguró que muchas de las mujeres que brindan acompañamiento a otras suelen hacerlo porque ellas mismas en algún ciclo de su vida fueron o pudieron ser víctimas: “el trabajo que hacemos es importante, ya que el acompañamiento puede dar claves feministas para desmontar creencias basadas en el orden social del género y desarrollar el cuidado, el autoconocimiento y la autoestima en las víctimas como vía para su recuperación”.

En el tema El derecho de las mujeres a la participación política libre de violencia, la investigadora Rosa María Oviedo Flores explicó que “hay una necesidad importante de que la mujer participe, ya que representamos más de 50% de la población” y apenas en los últimos 10 años se han fincado las condiciones para la participación política con cambios en la legislación, como fue la reforma de 2019 que incorporó el lenguaje incluyente para considerar a las mujeres en el escenario político.

Al hablar del Fortalecimiento del derecho a la salud emocional para la erradicación de la violencia de género, la maestra en Derecho Civil y defensora municipal de derechos Humanos en Zinacantepec, Victoria Brenda Vilchis Ferreyro, consideró que el miedo alimenta la violencia de género y la desigualdad: “si el miedo nos dirige en la lucha, no vamos a llegar lejos, si recurrimos al enojo solo vamos a tener como consecuencia más violencia, por eso es importante el equilibrio de las emociones”.

En ese tenor, los investigadores en ciencias de la Salud, Germán Benito Bernáldez Jaime y Brenda Rodríguez Aguilar, expusieron el llamado Síndrome de Desgaste Profesional por Empatía (SDPE), describiéndolo como el sentimiento de intensa empatía y pena que se presenta en las personas que acompañan a las víctimas como un fuerte deseo de calmar el dolor o resolver el problema.