Priístas de Jiquipilco reconocieron que, el escenario al interior del PRI no es nada alentador pues entre reproches de los priistas y empujones al delegado distrital y al presidente del comité municipal, se manifestaron fuertemente en contra de la imposición de Marisol González Torres y los posibles regidores.
El PRI en Jiquipilco dejo de ser la institución honorable y respetable, para convertirse en una empresa familiar, es una vergüenza que los dirigentes del PRI echen a la basura el trabajo de sus estructuras y el futuro de las familias Jiquipilquenses, manifestaron los inconformes.
Advirtieron que, Jiquipilco es el segundo municipio a nivel estatal que cuenta con más comedores comunitarios lo que refleja el nivel de pobreza de la mayoría de sus habitantes.
Por otro lado, alertaron que, la alianza PT-PAN está a la caza de los cuadros que fueron dejados de lado y no les extrañaría que uno de esos cuadros encabece la candidatura de la alianza PT-PAN y logre ganarle por un margen bastante amplio al PRI, pues se habla de que uno de los más resentidos priístas es el ex diputado local, Pablo Dávila Delgado.
Finalmente, denunciaron que al presidente del PRI municipal le callaron la boca solo con una regiduría, por lo que dejó las impugnaciones y la rebeldía para alinearse hacia la candidatura que todos los del tricolor rechazan.