Jóvenes no se perciben en riesgo, pero SIDA crece

  • También existe un incremento en casos de adolescentes embarazadas e infectadas con VIH.
  • La mayor responsabilidad es para los adultos, hay que hacer un esfuerzo por cambiar la mentalidad social sobre el problema.

La doctora Sonia Echeverri Frías, jefa del Departamento de VIH-SIDA e ITS del ISEM sostuvo que el incremento de los casos de esta enfermedad entre los jóvenes se da porque la mayoría de ellos no se perciben en riesgo, además de que tienen un enorme cumulo de información que los bombardea por todos lados y están ávidos de probar muchas cosas, mientras que los adultos que ya han pasado por diversas experiencias desean alertarlos.

Abundo que los adultos parten de las experiencias que han tenido para tratar de impulsar la prevención entre los jóvenes, sin embargo, ellos no tienen las mismas experiencias y no dimensionan igual los problemas o riesgos de salud.

Echeverri Frías destacó que, es necesario cambiar de mentalidad entre los adultos desterrando algunos estereotipos, etiquetas o discriminación que no ayudan a la concientización real del problema, además de que en muchos de los casos, son los adultos los que agravan los problemas.

Por ejemplo, uno pensaría que el embarazo adolescente se da entre jóvenes que quieren probar y por descuido o falta de precaución en los métodos de prevención ocurre el fenómeno, pero curiosamente las menores de edad suelen ser embarazadas por adultos o personas que no tienen su misma edad. Esto también pasa en casos de jóvenes embarazadas infectadas con VIH-SIDA, entonces la conciencia debe estar también en adultos, fuera de estereotipos.

El joven debe estar consciente del riesgo y tomar medidas de prevención de manera constante y común, como las deben también asumir personas adultas que tienen una o varias parejas.

Explicó que, siempre se ha pensado que el VIH-SIDA es una enfermedad que se da entre quienes tienen relaciones con personas del mismo sexo, y las estadísticas apuntan hacia otro lado, en muchos casos hacia hombres o mujeres con una vida sexual activa, con varias parejas, con promiscuidad y poca prevención de enfermedades de trasmisión sexual, pues se piensa que el condón es solo para evitar la reproducción o los embarazos no deseados. O bien, el uso de anticonceptivos que no son un método para evitar las enfermedades de trasmisión sexual.

La doctora comentó que en un principio se pensó que la trasmisión del VIH era por relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, pero después se descubrió que surgió por transfusión sanguínea en los años 80 y 90, en las que era común que la gente vendiera su sangre para obtener dinero y no había cuidado suficiente para analizar dicho proceso, pues con tal de recibir sangre de tipo raro o difícil de conseguir no se extremaron precauciones. El foco principal en el Estado de México se ubicó en Nezahualcóyotl, desde esa época y ha continuado hasta nuestros días, por el nivel poblacional.

Finalmente, señaló que la vulnerabilidad ante esta enfermedad es para todos, jóvenes, adultos, adolescentes, e incluso se han registrado casos de adultos mayores que han sido infectados, por eso es muy importante la prevención y contar con información oportuna, así como el uso responsable del condón; y para cualquier duda, acercarse a las áreas de salud en los municipios o el estado, porque una vez contraída la enfermedad no hay cura, solo tratamientos, porque el virus muta en cada persona.