Morir de hambre o desafiar al coronavirus

Antes de esta contingencia, 32 millones de personas se dedicaban al trabajo informal al atender negocios propios o dedicarse al comercio informal. Actualmente una gran cantidad de ellas ya no labora como consecuencia de la pandemia del coronavirus, millones continúan con la problemática de seguir atendiendo sus locales, su venta en las calles o cerrar definitivamente para no exponerse de más ante el Covid-19, epidemia en la que ya perdieron la vida hasta el momento 686 personas en el país.

Ana Gutiérrez Ramírez, vecina de Nicolás Romero, atiende un local en donde todas las mañanas vende tés y cafés energéticos a sus clientas; desde hace más de seis años se dedica a esta actividad, su amabilidad le ha ganado la amistad de los habitantes de la colonia Clara Córdova. Antes de la pandemia su venta diaria consistía en atender por lo menos a 15 personas, hoy tan solo prepara tés para cuatro o cinco clientes, su venta ha disminuido en un 70 por ciento y su ganancia ya no le alcanza para vivir y trasladarse diariamente hasta San Pedro Xalpa, en la alcaldía de Azcapotzalco, lugar en donde vive.

Ella como muchos otros, al implementarse próximamente la fase 3, está preocupada: “Si me llegarán a cerrar mi local, ¿qué voy a hacer? Si yo de ahí me mantengo, porque no tengo yo posibilidades, de hecho, ahorita pues sí estoy todavía, pero, si me llegan a cerrar pues qué voy a hacer; quisiera que hubiera un apoyo, que sea para toda la gente y no nada más para unos cuantos, entonces yo no estoy de acuerdo que cierren, por que qué vamos a hacer. Si no me muero por la pandemia, me moriré de hambre, no sé qué se pueda hacer para que no nos afecte tanto la pandemia, supuestamente Obrador dijo que iba ayudar, pero hasta el momento no hemos visto nada”.

¿Si tuviera a Andrés Manuel López Obrador enfrente qué le diría?

“Pues que no está uno de acuerdo con que cierren los negocios, ¿de qué va a vivir la gente? la verdad, es preocupante que nos dejen a la deriva, sin dinero para comprar alimentos y llevar algo de comer a la familia, yo tengo tres hijos menores de edad que no entienden lo que está pasando y sólo me piden que les de algo de comer.

¿Y cómo siente usted la pandemia en su negocio?

“Ha bajado la venta, la gente está asustada, espantada”.

¿Y cómo ve la gente en la Ciudad de México?

“¡Uy! Pues ya no hay gente, ahora sí que ya hasta miedo da salir, porque igual hasta la pueden asaltar a uno, porque ya hay bien poquita gente y los que tenemos que salir por necesidad, tenemos que salir; y hay gente que, como quiera, pueden estar aguantando, pero no creo que aguanten tanto. La verdad quién sabe qué vaya a pasar… no creo que aguante mucho la gente encerrada”.

¿Usted aguantaría un mes más sin vender?

 “No, no, porque yo de eso me mantengo, yo vivo de mis ventas; sería bueno que de verdad apoyarán a la gente, pero bien ¿no? Porque ahorita está muy mal todo, en los hospitales ya hasta a las enfermeras las están agrediendo y eso pues no se vale, que por que no hay los medios que deberían de tener ellos. Ya no hay medicinas, pero eso le corresponde al gobierno, él debe proporcionar todo lo necesario para que la gente no muera ya sea por el Coronavirus o por no tener que comer”.